El objetivo de Santa Juana de Lestonnac (1556-1640), fundadora de la Compañía de María (Burdeos 1607), es educar a las jóvenes, “Tenderles la mano”, y, a través de ellas, incidir en las familias y en la transformación de la sociedad.
La intuición educativa de Juana de Lestonnac se ha ido plasmando y haciendo realidad a lo largo de la historia de formas diversas. Hoy, cuatro siglos después, contamos con un Proyecto Educativo que aúna tradición y novedad para seguir “tendiendo la mano”.
En España somos una red de 20 colegios situados en diferentes contextos en los que ofrecemos una educación integral de la persona de forma innovadora, solidaria y en comunidad.
Desde la visión cristiana de la persona y de la vida, la Compañía de María hace una propuesta educativa propia, que pone el acento en unos elementos que la definen y dan valor:
Una educación humanista cristiana que cree en la utopía de llegar a ser mujeres y hombres nuevos para la construcción de un mundo mejor como meta de la tarea educativa.
La mejora, la apertura y renovación continuas, la reflexión sobre la práctica y la formación permanente de los educadores, son garantía de una educación de calidad.
Una educación para la solidaridad, la responsabilidad social y el desarrollo que contribuye a la transformación y mejora de la realidad.
Una educación que va más allá del aula, de lo establecido, y busca espacios educativos que favorecen la educación integral y la vivencia de la interculturalidad.
En los Colegios de la Compañía de María, la educación se ofrece como servicio a través de educadores que son testigos, con su palabra y su vida, de los valores y principios en los que se quiere educar.
La Compañía de María opta por una educación de máxima calidad y máximo compromiso, educando a personas para cambiar el mundo, con una formación personalizada en este mundo tan global y plural.