Somos una Orden Religiosa fundada por Juana de Lestonnac en 1607 marcada por la novedad, la primera Orden femenina apostólica, llamada a dar respuesta a las necesidades de formación de la mujer de su tiempo.
Desarrollamos nuestra misión a través de una educación que, al servicio de la fe, contribuye a la transformación de la sociedad, según los valores del Evangelio.
Esta misión la realizamos conjuntamente religiosas y laicos en las instituciones educativas propias y en las que colaboramos.
Nuestra apuesta por la educación personalizada supone un dinamismo de apertura y discernimiento continuo que nos exige ir adecuando nuestras estructuras de misión a las necesidades y retos que en cada momento histórico son llamada de Dios para construir el Reino.
Los proyectos de innovación educativa y de inclusión social quieren hacer de la Compañía de María un referente educativo y eclesial también hoy desde sus claves fundacionales.
Sabemos que Dios habita y trabaja en la hondura de cada persona, de cada realidad. Por eso:
La experiencia de Dios, personal y comunitaria, nos lleva a vivir y proclamar el Evangelio con la palabra y con la vida.
La disponibilidad para la misión, armonizando contemplación y acción, nos exige vivir en actitud de continuo discernimiento.
La atención a las situaciones más necesitadas de salvación nos impulsa a denunciar el mal presente en ellas y descubrir los signos de esperanza como presencia del Reino.
Vivimos nuestro sentir eclesial en fidelidad al don recibido y en la participación en la Iglesia local.
Y como Juana de Lestonnac nos sentimos urgidas a ir siempre más allá…