¿Cómo formalizar el paso de las hermanas de la Compañía de María y su valioso legado a Solsona?
Enseguida la idea de un libro abierto nos dió la respuesta. Un libro como una fuente siempre disponible, que nos colmase del agua del conocimiento, de la cultura, de la fe, de los valores y la sabiduría que sólo dan los años.
El año de su llegada a Solsona -a su castillo- en 1758 y el año de su partida están enhebrados por el alfabeto. Estas dos fechas a modo de alfa y omega, de principio y de fin, han permitido, en medio el despliegue de una tarea docente encomiable, representada aquí por sus ingredientes básicos. Los caracteres que conforman la lengua, esencial para la estructuración del pensamiento. En el centro el símbolo de María quiere indicar la centralidad y a la vez la motivación de esta figura en todas las tareas que las hermanas han desplegado a lo largo de los años.
Finalmente, una cruz perfora las páginas y evidencia el vacío enorme que dejan con su partida. Esta huella, en forma de cruz, es profunda y frondosa, pero a pesar de todo, tal como quiere mostrar esta intervención, resplandece.
Que esta sencilla escultura sea memoria, en este rincón recogido del trasiego de las hermanas entrando y saliendo por la portería. Siempre dispuestas, de forma austera y discreta a prestar algún servicio a la comunidad.
Sólo quiero añadir que hoy unas buenas personas dejan Solsona. Algunas de ellas contribuyeron a formar mi generación y muchas otras, juntamente con hermanas que desgraciadamente ya no están.
Las tenderemos siempre presentes ¡como un libro abierto! Ejemplo de austeridad, entrega, sabiduría y amor.
Muchas gracias.
Pere Cuadrench i Tripiana, arquitecto y exalumno del Colegio.
En la ciudad de Solsona, 5 de julio de 2020